viernes, junio 30, 2006

La corriente de mis sueños

Este no podría ser un cuento clásico, ya que ocurre entre la fantasía y la realidad. Entre los ojos abiertos de un dormido y los ojos cerrados de un centinela.
Entre lo que fui ayer y seré mañana, entre aquello que quise ser y aquello que soy o seré.
Cuentan la historia de un hombre que tenia un problema, aparentemente muy común y cotidio. Siempre que ocurre la dificultad es común se vuelve normalidad.
Esa problema consistía que aunque dormía como todos los mortales, menos horas de las que siempre se dice que serian las recomendables. Jamás, recordaba lo que soñaba.
Jamás supo, si sus sueños eran en blanco y negro o en color, si tenían voz o eran como el cine mudo… Jamás sabia si soñaba o no.
Entre otras de sus dificultades observo que jamás podía tener una interpretación de los mismos, aunque creía que ese Freud, que alguna vez estudio, era un poco extraño.
Tampoco, entendía lo era tener un sueño ligero, o un profundo sueño. Para él cerrar los ojos era dormir. Esperar el siguiente día, sin mas. un pasar las horas , un reponer energías.
Los angelitos, que siempre velan nuestros sueños, jamás rondaron su cama. Para que si nunca soñó con ellos. Quizás en un tiempo pasado si que la velaron, pero con el paso del tiempo estos marcharon a otros rincones a velar otros deseos.

Se despertaba cada mañana o después de cada siesta, con la sonata del despertador y ya pensado en aquello que su agenda le marcara para ese día. Nunca, tenia la sonrisa de oreja a oreja, de haber sentido que cumplía una fantasía o que alguna cosa agradable, le paso sin salir de su cama.
Consideraba que la dificultad, aunque llevadera y cotidiana, no podía hacerse rutinaria.
No podía consentir no disfrutar de la liberación total de sus ideas, a las que mantenía, totalmente adiestradas las 24 horas del día.
Durante la jornada, esa situación, no tenia mayor dificultad y esta no podía ser detectada por nadie mas que por el.
Pero, pensando que esa situación no podía ser así, manifestó su deseo de solucionar y buscar sus sueños, no soñados y no vividos.
¿Que hacer para soñar un sueño.? ¿Que hacer, para pensar un sueño o donde ir para encontrar los sueños no soñados.?

¿A donde recurrir cuando alguien te robo un sueño?, ¿donde ir cuando un sueño, no se cumplió o porque un sueño, no quiso salir de su escondite.?
El problema de alguien que no tiene sueños, puede empezar por no creer en ellos o quizá, no disfrutar de los mismos, cuando se dieron.
Primero, pensó en el mayor sueño de un naufrago, que quizá solo tiene el sueño de salir de su isla, soñar que un barco llega hasta su costa y le libera de la soledad.
Con esta idea junto un par de botellas, con sus corchos, cartulinas de colores, y aunque no supo que poner, escribió : Por favor, sueños volved a mi.
Al acercarse al río, (pues no disponía de mar cerca) las fue depositando con un dulce beso a la orilla y con una corriente continua y fluida vio desaparecer sus botellas, caudal abajo. Al terminarse las botellas, realizo barquitos de papel, y como la papiroflexia, no era uno de sus artes, observo, no solo que el río, no le devolvía una respuesta, sino que se llevaba su barco de la esperanza y lo hundía en el fondo del agua.

Siempre recordó que el nunca se rendía, al menos “pensó” al menos hoy no.
Busco en el diccionario, la palabra “Sueño”. Porque , siempre recurrimos a los libros, para consultar aquello que no podemos explicar con nuestras palabras.
Entre muchas acepciones, se asusto al leer el sueño enterno y otras aceptaciones físicas , metafóricas y psicológicas. Por lo menos una vez hecha la consulta, empezó a manipular la información recibida. Como siempre hacemos cuando esta, no consigue satisfacernos plenamente y precisamos que se ajuste a nuestro formato y necesidad.

Quizás, pensó sus sueños están dormidos.
Comprobó, que la ilusión, puede ser un mar que esta dormido , donde los barcos no navegan y donde quizá llegaron sus veleros de papel. Allí viven, flotando esperando que alguien sople sus velas y despierte a los sueños dormidos.
¿Donde soplar, para levantar un vendaval? ¿Donde estas Eolo, hoy que preciso un Huracán?
Pero, en sus deseo de soñar, descubrió, que las ilusiones son de un rango inferior, no son completas , redondos y espontáneas como un sueño. Surgen de la imaginación o por fallo de percepción de los sentidos.

Cada vez que alguien, se despedía por la noche lo hacia diciendo “… que tengas felices sueños”

así que una noche, que la idea de soñar no le dejo dormir, empezó a imaginarse sus sueños, inventaba situaciones que aunque fueran ilusiones algo eran.
Aquel que desee subir hasta arriba deberá empezar por llegar a la mitad. pensó
Entre las altas horas de la madrugada, su cabeza circulaba a mil kilómetros hora, subía de un barco del mar de las ilusiones azotado por huracanes que salían de su imaginación.
Cuando saturaba sus sueños y el despertador marco la hora exacta de acabar…….. digamos del sueño, no mejor dicho rato de dormir. Aunque esa noche fue rato de imaginar, fantasear o fantasmear.
Realizo sus tareas cotidianas pensado en otra cosa, de tal forma que dejaba que su imaginación y sus sentidos engañaran a su realidad sin mostrarse a si mismo lo que le sucedía.
Vivir la vida que no te corresponde, puede empezar siendo ilusionante, pero acaba por agotar al mas imaginativo de todos los creadores.
¡¡¡Tenga Ilusiones, pero no espere nada de ellas!!! Acabo saturado, cuando después de tanto tiempo dejando que su cabeza fuera por un lado y sus pies por otro , no recordó, todo lo que su cabeza maquinaba.
así, su cansancio llego hasta niveles máximos y sus ojos se cerraron a deshora en el lugar menos adecuado de su jornada laboral.
Cuando despertó fuera de su cama, su cabeza no insuflaba mas barcos ni azotaba mares.
empezó a ver, las cosas desde otro color, con los ojos entre abiertos, sin diferenciar que eso que veía lo hacia despierto o dormido.
Pese a descubrir que era exactamente lo mismo que veía cada día, empezó a darse cuenta que todo podía formar parte de un autentico y completo sueño.
descubrió, que recupero sus sueños, cuando aprendió a entender su realidad como un mundo fantástico de oportunidades y no dejarse llevar por la consecución de implantar una ilusión irreal. Aprendió que vive dentro de uno, de entender que todos formamos parte del sueño que deseamos soñar y que pese a que las situaciones pueden ser diversas y complejas en nuestra mente esta la idea de diferenciar un sueño o hacerlo una pesadilla.

Comprobó que aunque los deseos son ilusiones, los verdaderos momentos fantásticos son aquellos que nos conducen hacia un sueño, mucho mas que los propios sueños conseguidos. Que en muchos momentos pasan a ser sueños olvidados.
Al final y al cabo descubrió que soñar, siempre siempre es gratis y se puede hacer con los ojos abiertos.
A veces alguien nos debe abrir los ojos, para encontrar nuestros sueños, o para despertar a los barcos que se encuentran dormidos en el mar de la ilusión o entender que soñar no tiene horas, ni días ni soles ni lunas.
Los sueños , pueden marcharse en el fondo de una botella , pueden acabarse como todo. Ya que todo se termina, todo menos yo.
Nuestro insomne soñador, paseando un día, por un río, descubrió un botella, que pese a que parecía de las suyas, después de mucho vagar, no podría asegurarlo. Al leer su interior, descubrió que decía:

Tu sueños están aquí, no los abandones en la corriente.



Juan Fco. Gállego Blanco
En las horas que deberia
estar con los ojos cerrados
soñando desde mi cama,
del dia 21 al 22 de Junio de 2006

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta soñar dormida pero, sin duda, lo mejor es soñar despierto. Aunque a veces duelan, aunque soñar no sea tan "gratis" como pensemos, a pesar de todo no cambiaría por nada la ilusión, los momentos de felicidad que proporciona perseguir sueños.
Ana (una soñadora sin remedio).

Anónimo dijo...

una solución es inventarse por la mañana lo que querríamos haber soñado y tomar nota de ello

Anónimo dijo...

“Aquel que desee subir hasta arriba deberá empezar por llegar a la mitad”. Una buena frase.

Todos tenemos sueños, ilusiones, anhelos, metas que queremos alcanzar, los mejores son aquellos en los que es necesario la participación de varias personas caminando hacia la consecución del mismo sueño.

Intentaré, como dice el soñador, no abandonar mis sueños en la corriente.

María

Anónimo dijo...

Y..ocurrió que una duende que navegaba en un barquito de papel escribió sus sueños y se los contó a sus amigas las estrellas para que no quedaran olvidados o soñados y para llegar a todas partes como lágrima que se evapora e impregna todo lo que roza y se transforma y nacen ríos y después mares de sueños de cuentos de magia en la realidad . Gracias . Susana