domingo, noviembre 18, 2007

EL OTRO RETRATO

Agenda cultural, titulaba con voz cotidiana y música de Discépolo, el antigua transistor del cuarto de baño.
La Artista Margarita Fleux, presentara sus nuevos trabajos en la galería las Calderas. La exposición titulada "Renaceres" evocan la renovada ilusión de la artista después del grave accidente que sufrió en cercanas fechas. La afamada artista se encuentra muy ilusionada por presentar su “nueva primera” exposición.
Manuel, miro su reloj y observo que andaba con el tiempo justo. Se encontraba razonablemente incomodo. Retiro las bolas de periódicos de los zapatos mas elegantes, aquellos que destinaba a bodas, bautizos y comuniones.
El traje quedo, hace tiempo, descartado de todas celebraciones. "Así elegante pero informal", intento autoconvencerse.
La elección de la corbata no fue mayor problema, podía ser la azul celeste o la azul celeste. El problema fue recordar el nudo simple.
Volvió a revisar su vetusto reloj, mientras se ajustaba el nudo al pescuezo.
Tomo el transporte publico como hacia cada día, pero esta vez le sucedió algo diferente.
Hacia la mitad del autobús le reconocieron y una niña con una amplia sonrisa le pidió que le firmara un autógrafo en la escayola.
¿Que fue rotura? Dijo El
“No solo una fisura del radio”, respondió la madre, “ corre demasiado y nunca mira por donde va.”
Tomo un rotulador y le hizo un dibujo casi ilegible, debido al traqueteo del autobús.
Llego a su parada y se despidió de su joven admiradora
"Bienvenidos a las Calderas” anunciaba el cartel de entrada a la galería.
Exposición fotografía de Margarita Fleux , Renaceres.
En el cartel aparecía un bonsái seco del que salía incipiente una diminuta hoja verde.
Cuando decidió traspasar la puerta, volvió a sentirse razonablemente incomodo, pues le impidieron la entrada. Olvido la invitación. No intento justificarse , ni explico que estaba invitado.
Las incomodidades habían resultado excesivas para el día de hoy. Espero en la cera de enfrente intentado descubrir alguien conocido, pero resultaba extraño reconocer a alguien entre la multitud.
Margarita salio a fumarse su dosis incontrolada de nicotina cuando él le interrumpió reprochándole desde la oscuridad¿No lo habías dejado?.
- “Pero que haces aquí” resulto extrañada la protagonista del acto.
- “Nada , no me dejaron pasar”. Susurro avergonzado.
- “Anda, vamos para dentro”, dijo mientras aspiraba hasta la boquilla y cogiéndole del brazo. Le introdujo, sin que el cancerbero no hiciera otra cosa más que sujetarles la puerta.
Pasearon por la exposición revisando cada una de las fotografías. Margarita se detuvo en una y le dijo, esta foto te la debo a ti.
- ¡¡Pero miren quien esta aquí!!, dijo sorprendido un joven que se apoyaba sobre unas muletas.
El sorprendido miro hacia todos lados sin percibir que todas las miradas apuntaban hacia el.
“Nadie como el refleja el interior de las personas. Plasma correctamente la quietud y el dolor, es un verdadero artista” prosiguió el joven
Teresa Márquez, mecenas y dueña de la sala se acerco apresurada a conocer al personaje.
Manuel sorprendido dudo en conocer al joven y apareció vagamente en su memoria a corto plazo. Aunque no estaba seguro ciertamente de conocerlo.
Además solo hace retratos estáticos y fragmentados. Pero de una precisión quirurgica. Acabo de explicar a los presentes. Mientras a Manuel le venían recuerdos vagos del joven.
¿Usted expone?, dijo la dueña
“Yo…que”, dijo con un hilillo de voz que no llego a descifrar ni el nudo del cuello de su corbata. Que parecía separarse kilómetros de su cuello.
“No”, salio al paso Margarita, “pero suele tener multitud de pedidos . Yo misma he adquirido varias de sus obras hace poco. Es el gran maestro de los contrastes Negros sobre blancos. Podríamos decir que es un autor de culto, pues los dueños de sus obras solo la muestran a familiares, amigos y gente muy especializada”.
-“Yo no conozco a nadie que tenga mis fotos colgadas en la pared ni con marcos bonitos. Dijo de una forma burlona, mientras se reajustaba la corbata a su sitio".
-“Pero nadie duda que es un autentico artista. Es capaz de retratar lo que no ve nadie.” Dijo Margarita mientras asentía el joven.
La conversación se fue desviando, ya no se sentía como un extraño que se había colado en la exposición. En un momento de despiste ,se quedo a solas absorto observando el retrato que Margarita le indico antes que les interrumpieran.
Salio en silencio y sin despedirse. No sin antes sentirse observado nuevamente por el portero que con un gesto próximo a “ Te tengo calao” le despidió.
La galerista pidió su nombre a sus contertulios y aunque lo busco por Internet no encontró ni una sola referencia.
Unos meses después, el celador empujaba la silla de Teresa Márquez. Entro en una sala a media luz. Y desde la incomodidad de su asiento movil distinguió una fotografía de Margarita. Estaba segura que la fue vendida en su galeria. Un esqueleto con una intensamente rosa roja.
“Coloque el tobillo sobre esta cruz y procure no moverse”.Dijo Manuel sin reconocerla.
Levanto la mirada y vio como el artista con sumo cuidado colocaba la placa en la maquina , acercaba el objetivo para enmarcar la presenta fractura.
No se mueva.
Uno, dos, Sonría!!
Porque siempre hay alguien que sabe mirar las cosas desde otro punto de vista y no hay mejor mirar que saber ver el interior.