lunes, abril 21, 2008

DICEN QUE UN DÍA DIJO BEETHOVEN

Varias personas me han pedido que escriba cuentos sobre mi colegio, aqui va el primero sobre mis alumnos, el anterior fue sobre algunos de sus profesores
Cuando llega su autobús, todo el mundo le abre paso.
Sube entre lágrimas y gritos, recordando cuando Campanilla traicionó a Peter. A ese Peter Pan atrapado en su cerebro que la dejó castigada sin crecer, viviendo en su propio País de Casi Nunca Jamás.
Llora los días nublados, pues también llovía cuando el patito feo fue apartado de los demás patos, sin saber exactamente por qué.
Necesita grandes dosis de Mickey para superar la desconexión que supone alterar las rutinas.
El ratón le marca el camino del baile y la sonrisa. Ese balanceo rítmico que solo escucha ella marcando sus pasos sin despegar los pies del suelo.
Las neuronas son los bambis huérfanos y perdidos en un bosque en llamas que se llama cerebro.
El codo articulado le conecta con la realidad del aquí y el ahora, ese pellizcarse para estar despierta.
Sonríe al mojar los nudillos que atrapan la galleta submarina del yogur.
Encuentra su espacio, redondeando hojas, que arrancó de alguna revista en círculos que hornea vuelta y vuelta. En la complejidad de hacer coincidir un mal principio con un final feliz. Su tarea no acaba nunca pues un buen círculo, todo el mundo lo sabe, nunca tiene fin. De vez en cuando, podría decirse que muy de vez en cuando, se acerca una foto dentro de un círculo a la cara y pone sus labios a modo de beso.
Vuela a ras de colchoneta, a veces rodeada de delfines, otras entre bellas y bambis que se escapan por su labios.
Con sus 15 años, un día por sorpresa y sin alevosía, desnuda de cualquier artificialidad, girando en el cd la 5 , también conocida como la “del destino” al escuchar los primeros acordes y mirando al infinito, dicen que dijo Beethoven