viernes, marzo 09, 2007

Cuando amenazan las nubes

Los llegue a ver en contadas ocasiones.
Recorríendo el camino que llevaba al pueblo. Las tardes que las nubes grises se iban acercando, cargadas de tormenta. Amenazaban con ajustar alguna cuenta pendiente.
Bajaban desde lo alto, con camisón inmaculado, cabello dulce y mas pálidos que de costumbre. No podría precisar si eran hombres o mujeres, quiza vivimos tiempos de mucha confusión.
Buscaban aquel que llevaba la voz mas ronca, la cara mas encolerizada y la vena en la frente a punto de explotar.
Serios se paraban frente a él. Al incauto, se le helaba el aliento y quedaba inmóvil.
Sacaban los tapones de los oídos y serios, muy serios le decían:
¡¡¡Vale ya, de poner el grito en el cielo, que nos vas a dejar sordos!!!
Claro, es que nunca va a llover a gusto de todos.