miércoles, diciembre 08, 2010

ANALFABETISMO SOCIAL

Siempre me gusto este hombre. Desde niño cuando lo escuchaba por la Radio. Mucho mas que Del Olmo o el Herrera.
Porque no lo ponen de ministro???

domingo, septiembre 13, 2009

Mi Tercer Tío


En el último mes salto la sorpresa. Mi abuelo en sus últimos días dejo caer, la existencia de un tercer hijo. Curiosamente la familia siempre fue una de sus prioridades, lo que la posibilidad de la existencia de un hijo desconocido nos resulto a todos curioso. El deceso tristemente llego y nadie, salvo los consabidos reclamaron su filiación familiar.

Pero yo empecé a intuir la presencia de ese hijo secreto. Además misteriosamente yo me sentí cómplice de esa historia. Me percate que mi abuelo dedicó mayor atención a su “otro” hijo una vez que se jubiló. Quizás intentando recuperar el tiempo perdido, ya que mientras trabajaba siempre estuvo pendiente, pero creo que sentía cierto remordimiento. Mas teniendo en cuenta que sus dos primogénitos jugaban la champions de la vida, en campos que mi abuelo únicamente soñó jugar. El “otro” malvivia en campos de segunda y casi siempre aprisionado por las deudas.

Decidió asumir la tutela compartida y pasar una mínima pensión en forma de pago anual.

Un fin de semana cada dos y algún miércoles esporádico, si la cosa funcionaba bien.

Yo lo conocí, sin saber mi parentesco, un domingo lluvioso. Sujeto entre los brazos de mi abuelo, mientras en sus labios se consumía una faria, pasamos la tarde viendo a mi tío. Siempre asocie el olor a faria con domingo por la tarde en los brazos de mi abuelo

Desde ese día, sin saberlo, estuve puntualmente informado de las evoluciones de mi “tío”. Hiciera sol, frío, viento o lluvia mi abuelo acudía puntual, excesivamente puntual, al encuentro dominical. Tomaba su posición, en el fondo norte, y esperaba dialogando con la radio el inicio del partido.

Mi abuelo era capaz de perdonar todo, justificarle todo igual que se hace con un hijo. Cada vez venían peores árbitros, los campos estaban injugables…. Un sin fin de justificación salvo el hecho de asumir que mi tío el Real Zaragoza, había jugado horroroso.

Sentado entre sus brazos al principio y a su izquierda después observaba como cuando la grada bramaba, mi yayo calado con su bufanda susurraba dulcemente intentado trasmitir aliento y tranquilidad, pues un padre siempre quiere aconsejar a su hijo.

Jamás grito en un partido, nunca hablo mal de ningún jugador, pues a todos los quería como eran. Simplemente susurraba, como se dicen las cosas que salen del corazón, como salen las caricias que rozan el alma. Mi abuelo mimaba a su Real Zaragoza como a un hijo.

Cumplidos los noventa dejamos de acudir a la cita familiar. Pero en su demencia final siempre guardaba una sonrisa los domingos que marcábamos más goles que los rivales.

Nos dejo placidamente en forma de susurro.

Como un sobrino prodigo cada 14 días vuelvo a la Romareda y cuando la cosa vienen mal dadas siempre entre los gritos escucho un susurro recorrer el campo, impregnado de un olor a faria.

domingo, diciembre 14, 2008

CONTRACORRIENTE ( CUENTOS CHINOS 2)

Al decir su nombre manifestaba la tristeza de vivir sin espíritu. Un día cualquiera de 1954 fue abandonado en el orfelinato de Shangluo. Adoptando el nombre típico de los niños allí encontrados.
Vivió desde ese día con un porque interrogativo esa obsesión que creyó saldaría un día frente a sus progenitores. Descubriendo que su semilla, apenas daba para una brizna de hierba.
¿Seria por la malformación de su mano, la causa de su desdicha?
Nacer con seis dedos en su mano derecha podría haberle ocasionado semejante desdicha, alimentaba uno de los porques. Ya que dicha anomalía era la burla de sus compañeros. Con la crueldad del débil que busca a uno mas débil que el para sentirse fuerte.
En un país obligado a tener un solo hijo, imagino que él era el segundo y de allí su desdicha.

Su derecha no fue nunca muy hábil, y tuvo que aprender a manejar la zurda. Quizás no por elección natural, sino por imperativo genético. Esa genética que le negaba su origen. Pues los progenitores solían abandonar a sus vástagos en localidades distintas a sus viviendas, para no ser detectados por las autoridades, y para que los espíritus de los antepasados, no encontraran a sus descendientes, cuando eran repudiados.
Al llegar la mayoría de edad, busco trabajo con la esperanza de encontrar una liberación para su alma y quizás aprender a vivir sin esos antepasados protectores. Trabajo remolcando barcos por los afluentes del Río Amarillo. Una lucha constante contra el río.
Corriente contra esfuerzo y esfuerzo contra corriente. Aprendió que el espíritu del río nunca descansa, nunca duerme.
Y el ya había abandonado la búsqueda del suyo. Aunque en una sociedad tan influida por sus ancestros y espiritual le resultaba difícil..
Decidió remolcar su propia vida río arriba escuchando viejas historias de fantasmas de subsuelo.
Se ocupo a la orden de un anciano Zahorí, este empuñando su vara era capaz de encontrar agua en los lugares mas recónditos. El anciano le explico que se dejaba guiar y una fuerza inexplicable le guiaba hasta el lugar. Una vez allí él empuñaba la pala horadando la tierra en el lugar indicado.
Su constancia le obligaba a continuar hasta llegar al manantial.
Pasado unos meses el anciano falleció.
Recogiendo sus utensilios encontró su vara entre las breves pertenencias y decidió probar fortuna, ya que no deseaba quedarse nuevamente sin empleo. Acepto el encargo de buscar agua y se dispuso a utilizar la vara, creyó sentir alguna vibración en un determinado punto del campo. Agarro la pala, esa herramienta que no era de zurdos ni de diestros, y comenzó a cavar. Hasta que golpeo algo metálico. Asustado lanzo su herramienta, arrodillándose excavo con ambas manos.
Hasta sacar aquello por completo.
Quedo inmóvil. Pues allí estaba el plantado delante del único guerrero zurdo de Xiam, con seis dedos en su mano derecha. Mirándose a los ojos descubrió su espíritu.

viernes, agosto 15, 2008

CUENTOS CHINOS 1


Lee a escondidas se adentraba todas las tardes en el bosque.
Guardaba su secreto guardado en el cubo de madera que llevaba repleto y volvía vacío.
Lo venía haciendo desde la primera primavera, tras el cruel invierno que depositó nieve por encima de la repisa de la ventana.
Nadie conocía el misterioso recorrido diario de Lee ni cuál era la causa del mismo.
Además, dedicaba mas esmero y atenciones a su padre evitando que realizara esfuerzos y que los cambios de temperatura le regalasen un mal catarro.
Lee, presuroso, marchaba todas las tardes, cuando el sol empezaba a despedirse, con su cubo y sus historias a la mitad de la nada.
Se hubiera muerto si su padre descubría que aquel invierno, ante la desesperación de los llantos de la familia, Ssalio y taló el árbol que su padre tenia destinado para su ataúd, y cambió una parte por, un saco de arroz y cuatro mandarinas y troceó otra para leña.
No era de extrañar que el anciano, al no poder morirse, permaneciera apático sin salir de casa y como un alma en pena mientras su espíritu quejoso deambulaba por el bosque buscando su mandarino. Aquel que plantó de niño, con la esperanza de que vistiera su cuerpo y perfumara su alma.
Lee regaba todos los días aquellas semillas que reservó en enero, con la esperanza de acelerar el crecimiento y librar a su padre de esta vida eterna. Ya que hasta la vida eterna se hace más corta cuando el cuenco de arroz está lleno.

lunes, abril 21, 2008

DICEN QUE UN DÍA DIJO BEETHOVEN

Varias personas me han pedido que escriba cuentos sobre mi colegio, aqui va el primero sobre mis alumnos, el anterior fue sobre algunos de sus profesores
Cuando llega su autobús, todo el mundo le abre paso.
Sube entre lágrimas y gritos, recordando cuando Campanilla traicionó a Peter. A ese Peter Pan atrapado en su cerebro que la dejó castigada sin crecer, viviendo en su propio País de Casi Nunca Jamás.
Llora los días nublados, pues también llovía cuando el patito feo fue apartado de los demás patos, sin saber exactamente por qué.
Necesita grandes dosis de Mickey para superar la desconexión que supone alterar las rutinas.
El ratón le marca el camino del baile y la sonrisa. Ese balanceo rítmico que solo escucha ella marcando sus pasos sin despegar los pies del suelo.
Las neuronas son los bambis huérfanos y perdidos en un bosque en llamas que se llama cerebro.
El codo articulado le conecta con la realidad del aquí y el ahora, ese pellizcarse para estar despierta.
Sonríe al mojar los nudillos que atrapan la galleta submarina del yogur.
Encuentra su espacio, redondeando hojas, que arrancó de alguna revista en círculos que hornea vuelta y vuelta. En la complejidad de hacer coincidir un mal principio con un final feliz. Su tarea no acaba nunca pues un buen círculo, todo el mundo lo sabe, nunca tiene fin. De vez en cuando, podría decirse que muy de vez en cuando, se acerca una foto dentro de un círculo a la cara y pone sus labios a modo de beso.
Vuela a ras de colchoneta, a veces rodeada de delfines, otras entre bellas y bambis que se escapan por su labios.
Con sus 15 años, un día por sorpresa y sin alevosía, desnuda de cualquier artificialidad, girando en el cd la 5 , también conocida como la “del destino” al escuchar los primeros acordes y mirando al infinito, dicen que dijo Beethoven

martes, marzo 25, 2008

BOMBILLAS

Desde pequeña la sensatez le llegaba por la noche, y en esos instantes de duermevela, cuando la luz se apaga y se encienden los miedos. Entonces aparecían Manuel y Felisa.
Manuel era un fantasma de sabana blanca y ojos oscuros.
Felisa, tarántula peluda de andar sigiloso.
Ya eran tan frecuentes, conocidos. Tal era su asiduidad entre sus desvelos que pasaron a ser Manolito y Feli.
Compañeros de sabanas y almohadas.
Cuando quería sentirse sola simplemente encendía una bombilla, aunque fuera imaginaria. Manolito y Feli entendían que el tiempo de asustar había concluido.
De mayor, de mas mayor, mejor dicho, la sensatez le llegaba con cuenta gotas y le acompañaba el encendido de alguna bombilla.
Algunas tenían más vatios otras menos pero a todas les acompañaba alguna idea y la energía necesaria para ponerla en práctica.
Así aparecieron inútiles inventos, tonterías mayúsculas, manubrios con o sin manivela, isocarros varios,… también cuatro o cinco curiosos artilugios, estéticos a veces, prácticos en ocasiones y mejorables siempre.
Cada vez que daba por concluida una de esas creaciones notaba la presencia de un ser pálido, sin ser fantasmagórico, y de pegajosos hilos sin ser arácnido. Que con cotidianidad y modo anodino repetían.
“Que bueno, nos deberías pasar una fotocopia de esto tan chulo”
El silencio eclipsaba las miradas. Una luz rompía las tinieblas gritando en su cabeza. “para que querrá una fotocopia, si las ideas en papel se secan”
Se imaginaba los papeles colgando de una gran red de araña, entre tinieblas tenuamente iluminadas por un candil que sujetaban los pálidos sujetos.
Como la mejor forma de ahuyentar nuestros miedos es ponerles nombre, a los cotidianos seres acaparadores de ideas ajenas les llama Recojones.
Y aunque le siguen asaltando y fotocopiando sus ideas, pues nuestros miedos nunca duermen, sabe que nunca sabrán que hacer con ellos y que después de una bombilla siempre le vendrá una idea.

domingo, noviembre 18, 2007

EL OTRO RETRATO

Agenda cultural, titulaba con voz cotidiana y música de Discépolo, el antigua transistor del cuarto de baño.
La Artista Margarita Fleux, presentara sus nuevos trabajos en la galería las Calderas. La exposición titulada "Renaceres" evocan la renovada ilusión de la artista después del grave accidente que sufrió en cercanas fechas. La afamada artista se encuentra muy ilusionada por presentar su “nueva primera” exposición.
Manuel, miro su reloj y observo que andaba con el tiempo justo. Se encontraba razonablemente incomodo. Retiro las bolas de periódicos de los zapatos mas elegantes, aquellos que destinaba a bodas, bautizos y comuniones.
El traje quedo, hace tiempo, descartado de todas celebraciones. "Así elegante pero informal", intento autoconvencerse.
La elección de la corbata no fue mayor problema, podía ser la azul celeste o la azul celeste. El problema fue recordar el nudo simple.
Volvió a revisar su vetusto reloj, mientras se ajustaba el nudo al pescuezo.
Tomo el transporte publico como hacia cada día, pero esta vez le sucedió algo diferente.
Hacia la mitad del autobús le reconocieron y una niña con una amplia sonrisa le pidió que le firmara un autógrafo en la escayola.
¿Que fue rotura? Dijo El
“No solo una fisura del radio”, respondió la madre, “ corre demasiado y nunca mira por donde va.”
Tomo un rotulador y le hizo un dibujo casi ilegible, debido al traqueteo del autobús.
Llego a su parada y se despidió de su joven admiradora
"Bienvenidos a las Calderas” anunciaba el cartel de entrada a la galería.
Exposición fotografía de Margarita Fleux , Renaceres.
En el cartel aparecía un bonsái seco del que salía incipiente una diminuta hoja verde.
Cuando decidió traspasar la puerta, volvió a sentirse razonablemente incomodo, pues le impidieron la entrada. Olvido la invitación. No intento justificarse , ni explico que estaba invitado.
Las incomodidades habían resultado excesivas para el día de hoy. Espero en la cera de enfrente intentado descubrir alguien conocido, pero resultaba extraño reconocer a alguien entre la multitud.
Margarita salio a fumarse su dosis incontrolada de nicotina cuando él le interrumpió reprochándole desde la oscuridad¿No lo habías dejado?.
- “Pero que haces aquí” resulto extrañada la protagonista del acto.
- “Nada , no me dejaron pasar”. Susurro avergonzado.
- “Anda, vamos para dentro”, dijo mientras aspiraba hasta la boquilla y cogiéndole del brazo. Le introdujo, sin que el cancerbero no hiciera otra cosa más que sujetarles la puerta.
Pasearon por la exposición revisando cada una de las fotografías. Margarita se detuvo en una y le dijo, esta foto te la debo a ti.
- ¡¡Pero miren quien esta aquí!!, dijo sorprendido un joven que se apoyaba sobre unas muletas.
El sorprendido miro hacia todos lados sin percibir que todas las miradas apuntaban hacia el.
“Nadie como el refleja el interior de las personas. Plasma correctamente la quietud y el dolor, es un verdadero artista” prosiguió el joven
Teresa Márquez, mecenas y dueña de la sala se acerco apresurada a conocer al personaje.
Manuel sorprendido dudo en conocer al joven y apareció vagamente en su memoria a corto plazo. Aunque no estaba seguro ciertamente de conocerlo.
Además solo hace retratos estáticos y fragmentados. Pero de una precisión quirurgica. Acabo de explicar a los presentes. Mientras a Manuel le venían recuerdos vagos del joven.
¿Usted expone?, dijo la dueña
“Yo…que”, dijo con un hilillo de voz que no llego a descifrar ni el nudo del cuello de su corbata. Que parecía separarse kilómetros de su cuello.
“No”, salio al paso Margarita, “pero suele tener multitud de pedidos . Yo misma he adquirido varias de sus obras hace poco. Es el gran maestro de los contrastes Negros sobre blancos. Podríamos decir que es un autor de culto, pues los dueños de sus obras solo la muestran a familiares, amigos y gente muy especializada”.
-“Yo no conozco a nadie que tenga mis fotos colgadas en la pared ni con marcos bonitos. Dijo de una forma burlona, mientras se reajustaba la corbata a su sitio".
-“Pero nadie duda que es un autentico artista. Es capaz de retratar lo que no ve nadie.” Dijo Margarita mientras asentía el joven.
La conversación se fue desviando, ya no se sentía como un extraño que se había colado en la exposición. En un momento de despiste ,se quedo a solas absorto observando el retrato que Margarita le indico antes que les interrumpieran.
Salio en silencio y sin despedirse. No sin antes sentirse observado nuevamente por el portero que con un gesto próximo a “ Te tengo calao” le despidió.
La galerista pidió su nombre a sus contertulios y aunque lo busco por Internet no encontró ni una sola referencia.
Unos meses después, el celador empujaba la silla de Teresa Márquez. Entro en una sala a media luz. Y desde la incomodidad de su asiento movil distinguió una fotografía de Margarita. Estaba segura que la fue vendida en su galeria. Un esqueleto con una intensamente rosa roja.
“Coloque el tobillo sobre esta cruz y procure no moverse”.Dijo Manuel sin reconocerla.
Levanto la mirada y vio como el artista con sumo cuidado colocaba la placa en la maquina , acercaba el objetivo para enmarcar la presenta fractura.
No se mueva.
Uno, dos, Sonría!!
Porque siempre hay alguien que sabe mirar las cosas desde otro punto de vista y no hay mejor mirar que saber ver el interior.