Este no podría ser un cuento clásico, ya que al inicio le falta un titulo y en su nudo aunque a parecen personajes mágicos, si los miras bien son personajes majícos.
Un día a una escuelita lejana llego un Caballero, sin miedo, con la intención de ser maestro. Su nombre Juan. Recorría todos los días puertos y el valle del río Isuela, hasta llegar a Tiergas Lejanas: La verdad que nunca fueron tan lejanas, pues desde el mismo día sus gentes le hicieron sentirse como en su casa.
La escuela en su entrada y como bienvenida, tiene un lema que infundaba trabajo y alegría.
Dentro, al fondo, y cada día encontraba personajes fantásticos.
Un Hada, que cada día le enseñaba que el buen esfuerzo se puede hacer con alegría.Su nombre Sonreía, perdón quise decir Mireia, casi siempre sonríe y ante las dudas, golpea sorprendida sus caderas para que la inspiración le lleve hasta el cerebro y le marque la respuesta . No tiene Alas aunque poco a poco le iran saliendo.
Las clases de paciencia, esfuerzo y entrega las marcaban siempre un mago y una sirena.
El Mago, jamás trajo la chistera. En los recreos hacia magia con triángulos rellenos. Conjuraba su dedicación al trabajo como las mas sencilla de las cosas. Su nombre Israel
La Sirena, Elena, en silencio daba las clases de tranquilidad , esfuerzo y sabiduría. Su cuaderno de una letra , por mejorar, entregaba a diario la sencillez de las cosas bien hechas.
De las cosas de la tierra, siempre impartía lección un Druida, el cual conocía raíces, frutas y perales. Pensaba blanco y decía negro, para prepararse un debate. Elaboraba porciones y brebajes. Su mente viaja rápido en los sueños de una IVECO. Su nombre José Ángel.
De tierras lejanas , enseña sin control un Diablito. Con los pelos hacia arriba y su cara de bueno. Su velocidad endiablada, resuelve un producto o adivina la capital de un país lejano. Su cabeza suele estar lejos, tanto que no sabe donde tiene los libros, lápices....Parece que llevara alaines, aunque en realidad es Alain.
Del mundo de los sueños, viene un Hechicero, Ángel. Tan sabio como Gandalf, en aquello que le gusta. Entiende de triángulos y pirámides, momias y jeroglíficos. Su cabeza, un misterio que gira a 2000 revoluciones por segundo, cuando una idea toma cuerpo en sus neuronas. Si no consigue su propósito, intenta un brebaje al que siempre añade dos lagrimones de cocodrilo.
Las Ninfas, están representadas por Lorena, que entre libros, trabajos y deberes, cumple como la reina de los cuentos. Su corazón es noble y fiero. La constancia su arma mas valiosa. Se entrega con pasión a todos los esfuerzos y la derrota, no suele entrar entre sus planes. jamás se rinde
Sin verruga, ni gorro, ni perola ya que es una Brujita buena. Sonia es buenísima. Pronto aprenderá a darse cuenta que llega el momento de volar. De impartir clases de trabajo , alegría y sinceridad en colegios mas grandes: La escoba la encontrara sola, con ella volara a todos lados pues la autonomía en su esfuerzo es su principal poción para el éxito.
Con pelo rubio. La puntería y el acierto lo enseña una Elfa llamada Viky. Sopla cuando las cosas no le salen como quiere. Su arco y sus flechas están algo descompensados y es capaz de acertar lo imposible y olvidad lo evidente. Al igual que la brujita, volara pronto hasta Illueca, donde deberá alinear todos los días su arco y esperar que el viento de sus soplidos le lleve hasta las tierras que ella quiera.
Durante un tiempo ( un curso exactamente) estuvo un Hada que siempre la recordare con cariño. A Clara Le crecieron las alas y voló, se que allá donde ésta sigue encantando a sus profesores y compañeros, por su forma de ser y su naturalidad de Hada mágica.
El caballero aquel que empezó el cuento, ante tantos y tan grandes maestros se armo de varios, protectores, amuletos y pociones. Así aparecieron: Mariposas, Peces, “Gus”, puzzles, Mapas del Mundo y muchas postales, Origamis, una mesa de ping pong algunos libros algunos cuentos, y muchos bolis rojos. Paso el tiempo y de la mas simple de las sabidurías aprendió:
Que todos los días, al despertarnos debemos abrir los ojos y nuestra mente al nuevo día. Las escuelas no están lejos ni cerca, en la carretera ni en un frontón, ni son solo un edificio. Todos tenemos una escuela en nuestro corazón .
Siempre tenemos el deber de aprender algo, debemos saber ver que todos somos personajes fantásticos únicos e inigualables. Dentro de cada uno hay una escuela, un maestro y un mundo completamente fantástico , que cambia cada día y todos los días se hace mejor.
Saber ver el mundo como un alumno entusiasta y despierto
Así, este cuento no clásico concluye con un caballero que llevara consigo diez seres mágicos, una escuela y un pueblito entero.
Descubriendo al
MAESTRO QUE APRENDIO DE SUS ALUMNOS
